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Actualmente se conoce que la actividad física produce enormes beneficios sobre aquellos que
la practican, tanto a nivel físico como a nivel mental. Mantenerte activo es esencial para disfrutar
de una buena salud. Por ello, con este artículo, queremos enseñarte a trabajar una capacidad
física muy importante; la flexibilidad. Además, vamos a contarte los beneficios que te aporta
entrenarla correctamente.

La flexibilidad se debería de trabajar de forma diaria, ya que, mantener un nivel adecuado es
importante para la salud y el bienestar en general: aumenta la conciencia corporal, reduce la
tensión muscular y produce sensación de relajación, mejora la coordinación, reduce el riesgo de
lesiones, mejora la circulación, permite que tus músculos estén fuertes y ágiles…

La forma concreta de ejercicio diseñada para aumentar o mantener la flexibilidad son los
estiramientos. En este artículo se muestra una lista de ejercicios con lo que trabajaremos sobre
tres principios importantes: Principio de sobrecarga (trabajo de la amplitud con el propio
cuerpo), Principio de progresión (aumentar el tiempo de cada estiramiento) y Principio de
especificidad (concentrarse en el músculo que se está trabajando).

Estos ejercicios se pueden trabajar en cualquier momento del día, pero es importante tener en
cuenta que los músculos deben de estar activos y con una temperatura alta antes de comenzar.
Es decir, lo ideal es, o calentar un poco antes de estirar (caminar, realizar movilidad articular,
ejercicios concretos…) o trabajar los estiramientos después de una sesión de entrenamiento.

Por último, recordar que con los estiramientos buscamos una sensación de relajación y disfrute
del ejercicio, por lo que hay que evitar movimientos bruscos o grados de tensión incómodos que
incluso puedan llegar a generar dolor. La respiración debe estar controlada acompasando el
movimiento; inspiramos antes de comenzar el movimiento y espiramos al colocarnos en la
posición. Si se descontrola la respiración, o se siente dolor, lo mejor es relajar el estiramiento,
volver a la posición inicial y volver a empezar.

A continuación, se presenta la siguiente tabla de ejercicios. Lo ideal es realizarlos manteniendo
la postura entre 30 y 60 segundos, aumentando el tiempo de forma progresiva en cada sesión
según se va adaptando el cuerpo a los ejercicios.